Asociación AESEPA - Salvador Dominguez



- ADESEPA-Personas Desaparecidas en España-Salvador Domínguez-Asoc.-ADESEPA-

sábado, 26 de octubre de 2013

-Autor, Salvador Domínguez Montero.-










Contado y experimentado por, salvador Domínguez Montero
                                             -Hay vida después de la muerte?.-He de decir, sin ninguna clase de        dudas que SÍ, lo he comprobado personalmente dos, tres y hasta cuatro veces.
-El hablar de las experiencias vividas en primera persona de la existencia de la vida después de la muerte, es muy complicado, es muy difícil y atrevido, hay que ser  extrovertido y, además, que te importe muy poco o nada, lo que los demás puedan pensar de lo que dices.-
-Mi primera experiencia la creí como algo imaginativo, no podía creer que alguien me hubiese sostenido de una caída segura cuando iba subiendo unas escaleras al aire libre; perdí el equilibrio y mi cuerpo tendía irremediablemente a caer hacía atrás con el consecuente peligro de haberme podido matar, pero noté la mano de alguien que me sostenía por la espalda de la caída fatal, ya estabilizado me di la vuelta para agradecérselo y, mi sorpresa fue mayúscula, allí no había nadie.-
-Mi segunda experiencia fue mucho más seria y profunda, yo no soy especialista, en psicología, neurología ni ciencias ocultas, pero los que lo son, deberían hacer estudios profundos sobre éste tema que, no se trata de, solamente el mío, hay miles ó cientos de miles, y que nos dieran una respuestas a los que tenemos la  incógnita  de lo que nos ha sucedido.
-En el 1972 bajábamos desde Teruel, un amigo y yo, hacía Valencia con un coche 1430 Seat, las 12h de la noche;  en las curvas del Ragudo, (era un puerto que había en la antigua carretera Nacional entre, Teruel y Valencia), el conductor se durmió y caímos por un puente de 10 m. de altura, dando la vuelta en el aire, el coche quedó invertido, el techo en la tierra y las ruedas hacía arriba, yo, iba de paquete y no llevaba puesto el cinturón de seguridad, por ello estoy escribiendo esto hoy, porque salté automáticamente de delante a la parte de atrás y quedé trasversal entre los asientos, mi compañero y conductor, quedó debajo de la guantera; mi herida fue en la cabeza, concretamente en la frente, en la que me dieron -32-puntos en el hospital universitario de Valencia donde nos condujo una Ambulancia, después de haber pasado por Segorbe, un amigo, hoy fallecido, D.E.P. sólo se hizo una raspadura en la cara, esto ya de por sí parece milagroso pero,  tengo que poner el acento en otro hecho que hay ingente de personas que dicen haber visto, y, es el famoso túnel, alargado, lleno de luces de distintos colores, donde no ves el final y donde te sientes flotando y donde sientes una felicidad indescriptible…Vi cómo salía de mi cuerpo y entraba en ese túnel desde donde veía mi cuerpo en la cama; no puedo decir cómo regresé, creo que fue cuando el médico vino por la mañana y me tocó para preguntarme cómo estaba, tenía la cabeza como un globo, pero el Dr. Me dijo: No padezcas, que si ya no te has muerto ya no te mueres, fue la respuesta a mis quejas de dolor.-
-Mi tercera experiencia fue en el 2006, hospital de la Ribera de Alcira-Valencia, estaba recibiendo quimioterapia en el departamento de Oncología, mi médico, el Dr. Cuevas, tratamiento de Lunes a Viernes, ambos incluidos y descansaba los fines de semana y en uno de ellos me sentí indispuesto, vómitos, diarrea, fiebre… en fin, que me llevaron al hospital de la Ribera, donde después de un exhaustivo reconocimiento, me ingresaron en la UCI, al  tercer día me subieron a planta, no había ningún familiar en ese momento, conmigo, pero me acompañó un señor vestido de paisano (no de médico), y estuvo sentado en el larguero de la cama acompañándome por el espacio de tres horas, el que hablaba era, yo, él apenas despegó los labios, sólo cuando le dije: creo que he acudido muy tarde al hospital donde ya, poco podrán hacer por mí, entonces habló y me dijo: siempre puede hacerse algo, se levantó, me dio la mano y se marchó, cuando se lo conté al médico que me visitaba todos los días, me dijo que a parte del camillero, nadie más había subido conmigo.-
Todas las mañanas me metía en el baño (estaba en una habitación solo), para asearme, me duchaba algunos días y otros me lavaba y, lavándome  el ano, me di cuenta que tenía una fisura al lado del mismo, que me cabían tres dedos, no sangraba ni dolía pero allí estaba, no se lo comuniqué a mi visitador porque temía que me intervinieran, así que me lo calle, pero una mañana muy temprano, antes de entrar al aseo, entró una persona con el uniforme  de médico, chaqueta, pantalón y zapatillas, blancas como la cal, esbelto él, y no me preguntó nada, se puso detrás de la cama, de perfil, yo me incorporé y le miré, volvió la cara y dijo con voz entrecortada pero sonora y limpia: Soy el médico, volvió la cara hacía la puerta y le vi muy raro, le vi todos los nervios y venas de la parte izquierda de la cara… No sé por dónde se fue ni por dónde vino, lo que sí sé a ciencia cierta es que cuando fui a lavarme aquella mañana, la fisura referida, había desaparecido.- No le dije nada a mi médico por temor a que me pusiera por loco, como, posiblemente, me estás poniendo tú al leer esta incongruencia para el resto de los mortales.
-La cuarta experiencia, la voy a dejar para otro día porque la creo muy fuerte para los no creyentes en esta doctrina, erudición ó  Ciencias ocultas.-
-Lo he explicado a mi manera y saber, y, creo que, salvo a personas de mi familia que comprendo que no van a reírse de mi cuento, no se lo ha dicho a nadie. Tú eres el primero en saberlo.-


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